El pasado 19 de enero se había anunciado el regreso de Ghost a los escenarios. En el resto del mundo no sabíamos exactamente cómo sería aquel regreso. La gente de Suecia nos compartió los enlaces y tuvimos la oportunidad primero, de escucharlos en vivo y una media hora después pudimos verlos. Lo que antecedió la presentación de Ghost no tenía nada que ver con nada que conozcamos del rock sueco. Las presentaciones eran extrañas, la música era algo que nuestros oídos no esperaban. Tuvimos que hacer esfuerzos, duros, suplicar al infierno, para que todo aquello pasara rápido. Muchísimos vociferamos que ese no era el público que Ghost se merecía, que nadie estaba allí por ellos, que la cara de la gente denotaba la sorpresa y la ignorancia de aquellas personas para con nuestros demonios sin nombre!
PERO: Estuvimos recogiendo datos sobre esta presentación de
Ghost: ciertamente la gente no estaba allí para ver a nuestros demonios (deducible), aquella fue la primera vez que se nombró a
Ghost en la televisión sueca (increíble), el segundo verso fue omitido y tal vez esa fue la razón por la que Papa Emeritus trastabilló (omniscient) y aunque muchos hemos dicho que era el público equivocado, en realidad NO lo era. El objetivo de la banda, como bien lo ha establecido desde un principio, es llevar el mensaje de Satanás a todos los rincones, y teniendo en cuenta que este programa fue visto por millones de personas, algunas almas debieron quedar seducidas, o por lo menos pensativas, intrigadas o a lo mejor ya tienen sus camisetas. Ave
Ghost!