Ghost Colombia: Ghost en Lollapalooza 2013

Our conjuration sings infernal psalms

Fotografía: Drew Reynolds en Rolling Stone

Ghost, según este reporte de SPIN, fue el octavo mejor número del viernes en Lollapalooza.

8. Hablemos acerca de la dedicación a un artilugio. A pesar de que se ha sabido que se visten de blanco, Papa Emeritus, el líder de la caricaturesca banda de "proto-metal de burbujas de lodo" (¿qué habrá querido decir el corresponsal?) Ghost, llegó al escenario en el calor de 82 grados (F) de Chicago en un traje negro, máscara de goma y guantes negros - casi lo único que conseguía una brisa eran sus orejas. "Mierda, Chicago, están bien?" dijo, como un afable vampiro sueco . "Demasiado caliente?" Con sus cinco demonios sin nombre escoltándolo, se agitaron a través de "Ritual" (sonaba como Blue Öyster Cult tocando "Symphony of Destruction" de Megadeth) y "Monstrance Clock" ("Esta es una canción sobre follar! ¡Vamos!", Exhortó ). Siempre poniendo primero el teatro, incluso cantaron más después de dar mucho besos a la multitud y pescar aplausos. "Sólo porque ustedes están pidiendo tan amablemente, tenemos un poco más bajo la manga", declaró Papa Emeritus. "Y un poco más debajo de la capa." C.W

BrooklynVegan

No tenía ni idea de lo que me esperaba en el camino hacia Ghost en la parte más septentrional del festival. Yo había oído que eran una banda de metal sueca que le gustaba usar trajes en el escenario y guardaban en secreto sus verdaderas identidades, pero mi conocimiento terminaba allí. Una vez que llegué al escenario fui recibido por un grupo de músicos encapuchados y enmascarados que se veían más como miembros de un culto pagano que una banda. Si no fuera por el entorno y los instrumentos en sus manos, habría pensado lo contrario. La banda tocó un set intenso de doom metal gótico que tenía fanáticos asintiendo con la cabeza vigorosamente. ¿Cómo se las arreglaron para seguir tocando con sus trajes en el calor del verano, sin embargo, estaba más allá de mi comprensión. Con el estilo de lo que parecía un obispo no-muerto, el cantante de Ghost se paseó a través del escenario con rebosada confianza. Su voz era tan impresionante como su traje. La estética de la banda puede no haber concordado mucho con la luz del sol (¿tal vez darles un espacio de la tarde el próximo año?), sin embargo, ayudó definitivamente a que se destacaran, y sobre todo eso tocaron un impresionante concierto que me conquistó.

Chicago Tribune

2:30 p.m. Los suecos Ghost, de inmediato se convierten en los delanteros de la banda mejor vestida del fin de semana con sus túnicas y capuchas negras. La música is casi tan memorable con sus connotaciones cuasi-medievales y sus melodías de rock pesado. El cantante se dirige al público en lo que suena a un acento transilvánico, sin embargo, la teatralidad contradice lo consumados que son estos músicos. Ellos ejecutan sus instrumentos con precisión quirúrgica. Los arreglos intrincados y los ágiles solos de guitarra nunca llaman la indebida atención de ellos mismos pues las canciones son lo primordial. (GK)

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