miércoles, 24 de junio de 2015

Humo negro

(Historia participante del concurso Papa Emeritus III)

Noche sin luna en el Panteón de los caídos.

-Toc toc-, Su anti santidad, sus consortes han llegado.

Que pasen. -contestó con voz ronca, lastimada de mi anterior ritual-

Una vez abren la puerta, veo entrar dos jóvenes de 14 y 20 años tal como solicite, ¿qué mejor manera de terminarme, acabando con la inocencia de una, y terminando de enloquecer a la otra, ¿mencione que son hermanas?.


Tomo a la más joven firmemente por sus glúteos. Empiezo a lamer su suave piel. Y vienen a mi pos recuerdos.

Una copa del más fino vino Frances, que bebo a través de la boca de una de las hijas de los llamados reyes, de uno de esos países que aun los conservan, sin saber que tales, no son más que peones de quien soy máximo representante en este podrido mundo de hombres. De esta manera celebre el inicio de mi pontificado, después de destronar a Emeritus I, viejo maldito que no merecía dicho privilegio.


Ahora, que soy yo quien será traicionado, decido repetir el mismo acto con el que consume mi traición, pero no me molesta, quienes seriamos si no cumpliéramos,los,designios del verdadero Rey.


Desde la ventana, mientras la menor de las hermanas es obligada a realizarme una felación, puedo ver como entran uno a uno los Obispos, Blakkheim, Mackintosh, Dalkien, Dalahm, en fin, bastardos. Se alza la chimenea y comienza a salir humo blanco, señal que aun no se ponen de acuerdo en mi sucesor, como si eso tuviera alguna importancia, todos sabemos quien puso los clavos en mi ataúd, y mientras sigo entregándome a la carne de las jóvenes que tengo al frente.


In nomine Satanas e il flius malum....


Emeritus II, fue un digno representante, pero ya no lo es más, se ha dejado llevar por el reconocimiento y ha desviado el camino, y eso a Él no le agrada, les decía alguien muy parecido físicamente al sujeto de quien se hablaba, a los altos obispos. Debe ser reemplazado, concordaron todos, por supuesto, había un gran trabajo detrás de esas respuestas, sobornos, dirían las personas normales, pero a este nivel lo terrenal no basta, fueron dádivas que no se pueden explicar en términos mundanos.


Sigo violando con fuerza a las hermanas, las sometí a toda clase de vejámenes durante el día, con la esperanza de agradarle una vez este ante Él.


Se empieza a ocultar el sol, y deja de salir humo por la chimenea, ¡HABEMUS PAPA!, exclame a la par que me corría en la menor y desollaba la mayor haciéndole beber su sangre. Que gran sacrificio le ofrecí al Señor, espero ganar un lugar en el infierno después de esto.


Una vez terminada mi ultima faena, me alisto para el ritual de sucesión, a pasar el mando a aquel que como sea ya lo ganó.


Coros, miles de personas en el conclave, ¡ave, ave Satanas! Exclaman, que bello panorama si tan solo no supiera como va a terminar.

Ante los obispos, los gules sin nombre, esos fieles siervos, que torturaba, mataba y reemplazaba a placer, entregue el mando al ahora Emeritus III, salve gran pontífice, con injusticia y malicia me has vencido, y no podría ser de otra manera, que bello cuando tu propia sangre derrama la tuya.

Entregado el mando, me dirijo hacía el cuarto del trono, ahí donde se acaba de escoger a mi sucesor, parado en la entrada solo pienso en huir, pero sin esperanza a la vista, y recordando todo lo que hice, me doy cuenta, que soy víctima de mi pasado, y tan mal como estoy solo puedo reír y esperar que al menos mis cenizas se entierren debajo de tierra árida, aún después de muerto me consume la envidia, al fin y al cabo, solo soy carne del hueso. Los gules, esos mismos que utilice para saciar todas mis perversiones me acompañan ahora, camino hacia la chimenea, la gran hoguera, ¡HUMO NEGRO!, ¡HABEMUS PAPA!.



Alejandro Sandoval

No hay comentarios:

Publicar un comentario