martes, 15 de abril de 2014

Papaganda episodio II, nuestra lectura



Finalmente, después de meses de espera, ha llegado a nosotros la segunda parte de la Papaganda. El segundo episodio ocurre en las Vegas, la ciudad del pecado, en donde Papa Emeritus II luce atlético, de buen humor, seductor y además nos muestra su... blanco trasero. Definitivamente, este Papa es una bestia sexual, de eso no nos cabe duda y no podría ser de otra manera, es el representante de Satanás en la tierra.

Hay posiciones diversas acerca de este segundo episodio. El primer capítulo puso un punto muy alto, de hecho, ocupó el puesto número uno entre lo mejor de Noisey en 2013. En aquel, el enfoque, aunque mostraba a Papa fuera de su rol como cantante y nos mostraba su lado "humano", mantenía el misterio alrededor de la figura de Papa, distante, místico, oscuro y hasta un poco melancólico (bueno, ese fue el sentimiento que despertó en algunos de sus devotos al hablar de su misión en Ghost, su aceptación de preparar el camino para un nuevo Papa)... 

Este nuevo episodio, sin embargo, lo trae más del lado humano, en cierta manera desacraliza la figura de Papa y eso, queridos devotos, no es algo que muchos quieran aceptar. En cierta manera, la desacralización de Papa es la humanización de algo que no debe ni puede ser humano y ni los Nameless Ghouls, ni Papa Emeritus pertenecen a este mundo, ese es el concepto que, sin duda alguna, la disquera y el director del video y todos los que han intervenido en el camino de Ghost durante estos últimos tiempos, han desconocido o han obviado. Hay características, rasgos, minucias, que han hecho de Ghost un concepto especial: la música, cuya calidad no tiene discusión; la teatralidad, que marca la estrecha relación con las películas de horror a las que, en cierta medida, rinde homenaje; el satanismo, que muestra su lado más misantrópico y que los eleva al nivel de representantes del Señor de las tinieblas de cuya propia voz viene la música; el anonimato, en el que reside gran parte del misterio y que permite que sean vistos como seres, demonios, recién salidos del mismísimo Infierno y finalmente, su devocional silencio, que aunque no era total, con la llegada de Papa II y el cambio de disquera, ha ido desvaneciéndose paulatinamente.

 photo Papa_zpsedb56540.png

Papa Emeritus I fue un líder que mantuvo los preceptos de Ghost firmes. Aún recordamos a los Ghouls muy estáticos y distantes y a Papa sólo se le escuchaba la voz cuando cantaba, su interacción con el público era mínima y así, de ese Ghost nos enamoramos perdidamente y así, muchos, satánicos teístas, laveyanos, católicos, agnósticos, ateos, todos, desde los rincones más disímiles del mundo, fueron rindiéndose a sus pies. Mucho temimos cuando se anunció que habían firmado con un sello "grande" pero confíabamos en que la mano de la oscuridad estaría con ellos, como alguien nos dijo: "Satan is with them"...Pues esperemos que lo siga estando. Preferimos, preferiremos siempre a Lucifer que a Universal y sus maravillosas y comerciales ideas que, como hemos visto, hacen palidecer el Infierno.  Cómo extrañamos a nuestro Ghost de Rise Above. Oremos a nuestro Señor Oscuro, que no suelte la mano de sus hijos predilectos. No queremos que la disquera nos convierta a nuestros Ghouls en lamentables Rock Stars de banda de glam. No queremos que se lleven el misterio. Ghost debe inspirar miedo, no risa. No los queremos convertidos en marionetas...a menos que ellos quieran convertirse en tales, pero entonces, nosotros ya no tendremos razón de ser y nos iremos de vuelta al Infierno.
Ave Lucifer!

Tanto el primer episodio, como el segundo, fueron dirigidos por Greg Olliver, lo que no sabemos es si ya se había planificado un guión desde la concepción de los episodios o estos van surgiendo en la medida en que la banda adelanta sus rituales. Lo primero es muy Ghost, lo segundo, no lo es.

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